Por qué es importante la motivación: cómo mantener la inspiración como músico clásico en un mundo competitivo

Has practicado durante horas. Tu técnica es sólida. Tu repertorio es extenso. Y, sin embargo, hay días en que te sientas frente a tu instrumento y no sientes nada. La pasión que una vez impulsó cada nota parece lejana, y el emocionante camino hacia la maestría ahora se siente como una ardua batalla.

¿Qué pasó?

La realidad es que ser músico no se trata solo de habilidad técnica. Se trata de mantenerse inspirado. Se trata de mantener la pasión interior, incluso cuando el mundo exterior ofrece poco aliento. Y en un campo tan exigente y competitivo como la música clásica,  la motivación es la fuerza invisible que separa a quienes prosperan de quienes se agotan .

La ilusión de la inspiración constante

A menudo pensamos en la motivación como algo místico: una chispa impredecible que surge cuando las estrellas se alinean. Esperamos a que llegue antes de actuar, creyendo que los grandes músicos simplemente «nacen inspirados». Pero ¿y si la motivación no fuera algo que aparece y desaparece al azar?

¿Qué pasaría si  la motivación fuera una habilidad que puede cultivarse, fortalecerse y reavivarse a voluntad?

Lo cierto es que incluso los mejores músicos de la historia —Bach, Chopin, Rachmaninoff— tuvieron días en los que se sintieron desmotivados. La diferencia radica en que no dependían de estallidos fugaces de motivación. Crearon sistemas para mantenerse motivados, incluso en los días más aburridos.

Reconectando con tu músico interior

Antes de sumergirte en estrategias, tómate un momento para recordar por qué empezaste.  ¿Por qué juegas?  No por las competiciones, ni por las críticas, ni por los aplausos, sino por ti mismo.

Cierra los ojos y recuerda un momento en el que la música te pareció mágica. Quizás fue la primera vez que interpretaste un pasaje difícil, el primer concierto que te dejó eufórico, o incluso una tarde tranquila en la que tocaste solo por amor al arte.  Esa versión de ti aún existe.

El reto no es encontrar la inspiración. El reto es despejar el ruido que la entierra.

Maneras prácticas de superar el desánimo

Aquí hay algunas  estrategias reales  para mantener tu motivación, incluso cuando las cosas parecen estancadas:

  1. Redefinir el progreso

A menudo medimos el éxito por indicadores externos: ganar un concurso, conseguir un trabajo, recibir elogios. Pero el progreso más satisfactorio ocurre  internamente .

  • ¿Tocaste algún pasaje con más facilidad que la semana pasada?
  • ¿Encontraste una nueva forma de interpretar alguna frase?
  • ¿Disfrutaste jugando hoy, incluso si nadie te escuchó?

Celebra estas victorias. Importan más que cualquier trofeo.

  1. Juega por alegría, no por perfección

No todas las sesiones de práctica tienen que centrarse en superar dificultades técnicas. A veces, simplemente necesitas  tocar por el puro placer de hacer música .

Prueba esto: Elige una pieza que te guste y tócala  con libertad, sin juicios . Olvídate de la precisión. Céntrate en la emoción, en la narrativa, en redescubrir el  amor  que te hizo elegir la música en un principio.

  1. Cambie su perspectiva sobre la competencia

El mundo clásico está lleno de presión: siempre hay que compararse con los demás. Pero los mejores músicos no están obsesionados con ser mejores que los demás. Están obsesionados con ser  mejores que ayer .

En lugar de pensar:
“Nunca seré tan bueno como ellos”,
intenta:
“¿Qué puedo aprender de ellos para mejorar?”

Al final,  tu único competidor verdadero eres tú mismo .

  1. Utilice técnicas de entrenamiento mental

Los atletas no solo entrenan su cuerpo, sino también su mente. Y los músicos deberían hacer lo mismo.

  • Visualización:  Cierra los ojos e imagínate tocando a la perfección. El cerebro no distingue entre la práctica real y la imaginada.
  • Mantras:  Repite frases empoderadoras:  «Estoy creciendo. Estoy aprendiendo. Estoy en mi propio camino».
  • Microobjetivos:  En lugar de abrumarse con  “Necesito perfeccionar toda esta pieza”,  concéntrese en  “Hoy dominaré estas cuatro medidas”.

Las pequeñas victorias conducen a grandes avances.

  1. Rodéate de inspiración

Las personas y el contenido con los que interactúas moldean tu mentalidad.

  • Escucha grabaciones que encienden tu pasión.
  • Vea actuaciones que le recuerden por qué vale la pena la música.
  • Lea sobre músicos que superaron obstáculos, porque todos lo hicieron.
  • Manténgase conectado con una comunidad de músicos que lo inspiran en lugar de agotarlo.

Cuando te sumerges en la grandeza, ésta se vuelve contagiosa.

Reflexión final: El poder de permanecer en el camino

Habrá momentos de duda, fatiga e incluso pensamientos de abandonar. Todo músico, por brillante que sea, se enfrenta a estos desafíos. La diferencia entre quienes triunfan y quienes no lo hacen no es el talento, sino la capacidad de  seguir adelante cuando la motivación se desvanece .

Porque un día, cuando menos lo esperes, esa chispa volverá. El fuego se encenderá de nuevo. Y cuando lo haga, agradecerás no haber dejado de jugar.